jueves, 15 de agosto de 2019

Reencuentro

Por fin te veo, mi amor.
Sólo ha sido una semana,
pero los días pasan lentos
si de repente me ausento
y volver contigo emana
la ilusión del primer encuentro.

Hace tiempo me dijiste
que escribiera algo,
que te apetecía llorar sin estar triste,
pero ya sabes que si lo hago
suele ser por venirme abajo.
Aunque a veces viene la inspiración
como el brote de una planta
que al florecer canta
la más hermosa canción.

Que si no te miro a los ojos
es por no enturbiar este poema
con emociones y sollozos,
que ya sabes que si lloras me estremezco,
si te emocionas me pongo tierno,
si no sonríes no crezco,
si estás mal lloro,
y si lloro... tú lloras más.

Y aunque me maldigas
porque se te corre el rimel...
Me da igual.
Porque se te atasque la nariz...
Me da igual.
Porque necesites mil pañuelos...
Me da igual.

Me da igual, porque sé
que si estás así,
es porque eres feliz,
porque te gusta,
porque ríes,
porque lo disfrutas,
porque sonríes,
y créeme cuando te digo
que no hay mayor regalo
que verte acariciar la brisa,
unirnos con el tacto de tus manos
y ser partícipe de tu sonrisa.