martes, 29 de mayo de 2012

Sin título

Es curioso, ahora soy yo el que siente una gran impotencia ante esta situación.
¿Cómo se puede vivir deseando constantemente cumplir un sueño sabiendo que nunca ocurrirá?
¿Cómo se puede vivir en condiciones si cada dos días te ves obligado a naufragar en un mar de lágrimas?
Cada vez estoy más convencido de que estoy luchando por algo imposible, luchando en una batalla indefinida, una batalla en la que, si no me rindo, no acabará nunca...
¿Y qué más provoca todo esto?
Celos, celos de esos malditos buitres que pretenden robar mi tesoro más preciado, ese tesoro que ya perdí, muy posiblemente para siempre... Si alguien tiene que hacerse cargo de eso, deberá saber cuidarlo, respetarlo y tratarlo como se merece, porque os aseguro que su valor es incalculable, tanto es así que no necesitas nada más para convertirte en la persona más afortunada y feliz del mundo.
Ojalá pudiera ser yo el que custodiase esta maravilla, pero supongo que es obvio que no es así ni lo será nunca...
Nada más que decir...
Tan sólo rezaré porque sea feliz, porque se lo merece más que nadie en este asqueroso planeta, ¿sabéis por qué? Porque gracias a ella aprendí el verdadero significado de la palabra amor y consiguió que me convirtiera en la persona más feliz del mundo.
Nunca fui tan feliz junto a una persona... NUNCA.
En fin, que sea lo que dios quiera y que pase lo que tenga que pasar. Yo sólo espero que todo esto merezca realmente la pena.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Nada es imposible

Cuenta la leyenda que hubo una vez un espantapájaros solitario que ansiaba poder cumplir sus sueños como los de cualquier persona. Una persona normal, con cierto esfuerzo y algo de suerte, podía hacer sus sueños realidad en multitud de ocasiones, pero claro, ¿qué iba a conseguir un espantapájaros?
Una vez una pareja de cuervos se posó en sus rígidos brazos, y entonces se percataron de que nuestro protagonista tenía algo especial, algo distinto al resto de espantapájaros que había por los alrededores. Uno de ellos, no pudo contenerse.

- ¡Eh, tú!
+ ...
- No te hagas el tonto, sé que nos estás escuchando.

El espantapájaros alzó la mirada en dirección donde procedían las palabras del cuervo.

- No eres como los demás espantapájaros, ¿verdad?
+ No lo sé.
- ¿Cómo que no lo sabes? Pero si son vecinos tuyos.
+ Nunca me muevo de aquí...
- ¿Y eso por qué? -preguntó extrañado el cuervo-
+ Porque no puedo, ¿no lo ves?

El cuervo enmudeció por un instante.

- Vaya, lo siento...
+ No te preocupes...
- Te noto apagado, ¿qué te ocurre?
+ Nada...
- Puedes confiar en nosotros, de verdad -se animó el segundo cuervo-
+ ...
- ¿Y bien?
+ Nunca he salido de aquí...

Ambos cuervos se mantuvieron expectantes.

+ Nunca me he movido de este sitio -prosiguió-, y cada día que pasa veo tantas cosas en movimiento... Los pájaros, los insectos, mis dueños, las nubes, el sol, la luna...

Ninguno de los cuervos supo qué contestar.

+ ... Me encantaría poder volar... explorar nuevas tierras... salir de este agujero que me tiene atrapado... ¿Acaso no sería maravilloso poder ser libre como un ave en pleno vuelo y observar las bellezas de este mundo?

Ambos cuervos se miraron el uno al otro. Después, hubo silencio.

- Está bien, nosotros te ayudaremos.
+ ¿Qué? Eso es imposible.
- Nada es imposible, amigo.

Entonces, ambos pájaros comenzaron a aletear como nunca lo habían hecho mientras con sus patas sujetaban al espantapájaros.

+ Es imposible, dejadlo por favor... -susurró nuestro protagonista-

Y entonces ocurrió lo inesperado.


Con esfuerzo consiguieron arrancar el vuelo junto a el espantapájaros. No podían creerlo, ninguno de los tres, pero lo habían conseguido. El espantapájaros estaba volando. Era libre. Pudo sentir la brisa fresca de los cielos,  pudo ver las maravillas que esconde nuestro planeta como los animales corriendo por el campo, la sana vegetación, los otros pájaros que iban contribuyendo en ayudar al pobre saco de paja para cumplir su sueño.
Nunca fue tan feliz en su vida, y estuvo eternamente agradecido.

¿No sería maravilloso que todos pudiéramos cumplir nuestros sueños? ¿Y qué tal si son otras personas las que aparecen y te ayudan a cumplirlos? ¿Acaso no sería genial que todo el mundo pudiera vivir feliz?
En ocasiones las personas tenemos que esperar mucho tiempo para poder cumplir con nuestras expectativas, a veces demasiado tiempo, tanto que nos auto-concienciamos de que es algo imposible.
Ojalá todas las buenas personas de este mundo pudieran sentirse como este espantapájaros en sus malos momentos para poder transformarse y ser felices.
Ojalá...

viernes, 11 de mayo de 2012

Rimas sueltas

Aquí estoy, con dolor de cabeza,
con ganas de escribir detrás de la maleza.
¿Aspirina? ¿Qué es eso?
Prefiero poner a prueba mis sesos
redactando estos versos que son para ti.

Preciosos días de verano a tu lado,
¡qué gran sensación la de estar enamorado!
Pasando los días y las noches en vela
esperando a poder saciar lo que mi alma anhela.

¿Vivir sin ti? Imposible.
Nuestra unión parecía indestructible,
hasta que los problemas aparecieron,
de repente nuestros sueños oscurecieron.

Maldito mal presagio que tanto nos hizo sufrir,
apenas sin ganas de vivir,
pero aún así, esperanzado,
soñando que todo mejoraba,
soñando que todo había acabado.

Hasta qué ocurrió, todo terminó,
volvimos a ser los de antes,
dos locos errantes
mostrando amor de verdad,
donde tus deseos se hacen realidad.

No duró mucho esta inmensa alegría
cuando de repente ocurrió lo que yo no quería,
volver a caer,
un ratón más que no deja de roer
el queso favorito que lo hace enloquecer.

Una misma tragedia que se repitió,
lo necesitaba, no aguantaba,
mi paciencia se agotó cuando menos lo esperaba
y una vez más, todo terminó,
o eso parecía
cuando mi esperanza percibió una dulce melodía
que me decía "No desistas", no todo está perdido,
ella te quiere, no has quedado en el olvido,
dale una oportunidad para acabar con esta melancolía.

Y aquí estoy, sin saber qué pensar,
con dolor de cabeza, para variar,
extrañándote una vez más,
soñando que algún día volverás
a hacerme sentir único,
como esos días de verano en los que me moría por verte,
quisiera abrazarte y poder retenerte,
tenerte siempre a mi vera y eliminar este plástico
que me asfixia, me corroe por dentro,
quiéreme, dame un beso antes de que acabe este momento.