Es curioso, ahora soy yo el que siente una gran impotencia ante esta situación.
¿Cómo se puede vivir deseando constantemente cumplir un sueño sabiendo que nunca ocurrirá?
¿Cómo se puede vivir en condiciones si cada dos días te ves obligado a naufragar en un mar de lágrimas?
Cada vez estoy más convencido de que estoy luchando por algo imposible, luchando en una batalla indefinida, una batalla en la que, si no me rindo, no acabará nunca...
¿Y qué más provoca todo esto?
Celos, celos de esos malditos buitres que pretenden robar mi tesoro más preciado, ese tesoro que ya perdí, muy posiblemente para siempre... Si alguien tiene que hacerse cargo de eso, deberá saber cuidarlo, respetarlo y tratarlo como se merece, porque os aseguro que su valor es incalculable, tanto es así que no necesitas nada más para convertirte en la persona más afortunada y feliz del mundo.
Ojalá pudiera ser yo el que custodiase esta maravilla, pero supongo que es obvio que no es así ni lo será nunca...
Nada más que decir...
Tan sólo rezaré porque sea feliz, porque se lo merece más que nadie en este asqueroso planeta, ¿sabéis por qué? Porque gracias a ella aprendí el verdadero significado de la palabra amor y consiguió que me convirtiera en la persona más feliz del mundo.
Nunca fui tan feliz junto a una persona... NUNCA.
En fin, que sea lo que dios quiera y que pase lo que tenga que pasar. Yo sólo espero que todo esto merezca realmente la pena.