miércoles, 23 de septiembre de 2015

Test

¿Cuál es el propósito de los amaneceres?

¿Realmente Dios ayuda a los madrugadores?

¿Ese esfuerzo merece la pena?

¿Cuál es el origen del mal?

¿Y de la negatividad?

¿Qué vuelve oscuro al ser humano?

¿El odio?

¿La ira?

¿La frustración?

¿La ambición?

¿Es cada uno merecedor de sus situaciones?

¿El coraje, el valor y la esperanza tienen límites?

¿Yo los tengo?

¿Es una obligación arrastrar siempre una carga que no debería existir?

¿Cuál es mi objetivo?

¿Son las respuestas a estas preguntas afirmativas o negativas?

Realmente, no lo sé.

sábado, 29 de agosto de 2015

What is love?

La nueva definición de amor es que me mires de reojo con tus ojos de miel,
curiosidad de gata,
perfume de Cacharel,
sonrisa que mata,
rizos de algodón
y delicado caminar.
¿Cómo no hacerse el remolón
cuando vas
si cuando no estás
me impaciento al musar?
¿Cómo sobrevivir al día a día sin oír tu voz,
sin un coro celestial que te arrope en su regazo,
si te pierdes por el mundo de Oz
sin que pueda darte un abrazo?

Alcanzar las estrellas en la profundidad de tu mirada,
descubrir el paraíso acariciándote la espalda,
cautivarme con la cordura de tus locuras,
saborear el susurro de tus palabras.
¿Entonces cuál es la nueva definición de amor?
Los creyentes dirán que la llevan en su cruz;
los que te vemos nos glorificamos
por tener el privilegio de conocerte
y poder decir: amor eres tú.

martes, 18 de agosto de 2015

Dispersión

¿Y qué si no puedo tenerte?
Mi corazón ardiente fusionará los trozos dispersos para volver a ser una sola pieza.
Al fin y al cabo, eres como un pequeño gorrión: siempre revoloteando de un lado hacia otro, libre, con determinación y seguridad.
Parece un puzle, un rompecabezas.
La verdad es que la paciencia poco a poco se agota.
Te parecerán algo inquietantes estas oraciones aparentemente inconexas y sacadas de contexto.
Realmente, mientras sigas radiante como los jazmines de primavera podré sentirme vivo.
No recuerdo haberle dedicado tantos escritos a alguien.
Ya lo dijo cierta banda alemana, «el amor es como un animal salvaje que te araña, te muerde y te desgarra».
Pero joder, qué gustazo es el sentir tu presencia.
Lo cierto es que ya me espero cualquier cosa.
Tampoco tengo del todo claro cómo acontecerán los hechos.
Un día me volveré loco.
Y es lo que tiene el que haya trozos dispersos por ahí, que no sabes bien dónde encajarlos y queda una estructura abstracta y desordenada.
Estás en lo más profundo de mi ser ahora mismo.
No hace falta ser muy listo para darse cuenta de la evidencia del asunto.
La verdad es que me muero de ganas por volver a deleitarme una vez más con tu mirada.
No sé qué tramas ni qué sientes ni qué piensas, pero dios, me rompes los esquemas.
Una mente quebrantada por la locura de tu ser.
Cualquier cosa merece la pena si estás cerca.
Eso es todo.
No sé ni lo que estoy escribiendo, la verdad.
Tengo ganas de hacer muchas cosas que, aparentemente, se hallan fuera de mi alcance.
¿Acaso es mucho pedir poder dedicarte una caricia?
Ojalá esta estela perdure hasta el fin de los tiempos.

lunes, 27 de julio de 2015

Sweet dreams

Querida bella durmiente, tengo un mensaje para ti:
cierra los ojos y navega,
surca los mares de sueños perdidos.
Aprovecha la ausencia de levante, las aguas en calma
y el cielo despejado.
Disfruta de las maravillas que te ofrece el cosmos
en esta noche tranquila bajo la luz tenue de las estrellas,
rastros meteóricos y nubes de asteroides,
pues el recorrido marcado por la historia interminable
está llegando a su fin.
Puede que no veas tierra firme, pero eso tampoco debería preocuparte.
Las hipnóticas auroras boreales no cesan en su arte,
siempre queriendo captar la atención de tus ojos
para poder deleitarse con tu mirada.


Bendita mirada embrujada,
hechizada por el más compasivo de los ángeles,
quien dedicó esta grata oferta al resto de mortales
para ayudarnos a saber lo que es perderse en cualquier parte
con sólo mirarte a los ojos.
Puede que no me tomes en serio,
pero si pudiera sacar una foto desde aquí dentro
descubrirías que no soy ningún Pepito Grillo,
sino el más humilde de los compañeros
que intentaron protegerte en tu viaje lleno de criaturas y peligros.
Un descuido hizo que me detuviera ante tu mirada
y desde entonces no he dejado de navegar por tus sueños.
Confieso que aquí se está muy bien,
pero últimamente el agua no está en calma.
Puede que lo más acertado sea buscar ese pedacito de mí
que se adentró en tus ojos impulsado por tu magia
y salir de aquí antes de que la canoa vuelque,
para así evitar precipitarme en lo más profundo del abismo.
Puede que sea hora de seguir remando...
... o tal vez pueda esperar un poco más.


jueves, 16 de julio de 2015

Monólogo de un sabio anciano

¿Qué te ocurre, hijo? ¿Tienes frío?
¿O más bien... estás triste?
Aquí hay demasiada humedad, seguro que el rocío invade cada parte de tu alma dejando restos de escarcha en los rincones más insospechados de tu cuerpo.
Y yo te pregunto... ¿por qué, hijo mío?
¿Por qué existe tal cavidad en tu interior? ¿No deberías rellenarlo con algo? Así conseguirías entrar en calor más fácilmente.
Mmm...
Puedo ver en tus ojos que no es la primera vez que lo intentas, ¿me equivoco?
Y tu mirada me dice que tu corazón ha dejado de brillar. ¿Cómo es eso posible?
¿Puedo echar un vistazo?
...
Mmm... Vaya...
Tu corazón parece que se apagó hace mucho tiempo. Es más, la bombilla que iluminaba tu día a día está fundida.
Y dime, hijo, ¿cuándo piensas cambiar de bombilla?
Vives aferrado a un material desechable y recambiable como lo haría un niño pequeño con su peluche.
Entiendo que no quieras deshacerte de lo único que queda de aquel calor tan confortable radiado en su día, pero... ¿sabías que existen miles de bombillas iguales que esa, pero plenamente operativas?
No es necesario renunciar al tipo de bombilla, ni a la marca ni al tamaño ni a la potencia disipada por el mismo, simplemente te invito a que la renueves. Así al menos conseguirás ver las cosas desde otro punto de vista.
No pierdes nada por intentarlo. Toma algo de dinero, te invito por esta vez. Ni se te ocurra malgastarlo.
Confío en que saldrás de ésta.
Cuídate mucho, hijo.

jueves, 28 de mayo de 2015

Línea Lateral

En la red social Ask, me han propuesto escribir una trama utilizando términos clave que describan mi vida y mi situación en general. No es una historia propiamente dicha, pero cumple la misma finalidad (espero que no le importase). He usado un total de 7 palabras clave de las cuales actúan como metáforas 2. A ver qué encontráis:

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Suelas desgastadas, escarcha en el pelo, la maleta desgarrada y la mirada perdida. Probablemente, no encontraría una mejor definición de mi persona en estas circunstancias.

La noción del tiempo se desvanece a lo largo de este viaje, donde mi único acompañante es el eco de un grito que los tambores de guerra dejaron varios días atrás camuflados en sencillos redobles. Resulta casi imposible poder ignorar la cantidad de escombros que encuentro a mi paso, restos de una ciudad perdida, de hogares ausentes y familias destrozadas. Algún perro moribundo se revela ante mis ojos y no puedo hacer más que pedirle que me acompañe, aunque eso conlleve un mayor consumo de provisiones. ¿Quién le negaría una simple caricia a esa mirada perdida, ojos rebosantes de un amor vacío que no entiende de odio ni batallas campales?...

Probablemente, los mismos que dejaron a este pequeño sin familia.

Y es que el daño realmente se vive mucho más en la moral de los que aún seguimos aquí, luchando por salir del agujero, intentando amueblar de nuevo nuestra mente mientras permanecemos perdidos en la nebulosa depresiva, caminando a ciegas en un laberinto del que desconocemos su salida (si es que realmente la tiene). Es de vital importancia que seamos constantes y luchemos por seguir caminando, pues todo esfuerzo conlleva una recompensa ya sea a corto o largo plazo.

En fin, por ahora toca seguir caminando. Llegado el momento, espero encontrar lo que necesito para volver con mi familia y olvidar toda esta pesadilla. Y por qué no, este perro vendrá conmigo si tanto insiste.

Supongo que Leo será un buen nombre para él.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Pequeño y discreto bucle

Expectación.
De la expectación a la duda,
de la duda a la inquietud,
de la inquietud a la fatiga,
de la fatiga al malestar
del malestar a la cama,
de la cama al sueño,
del sueño a las pesadillas,
de las pesadillas al despertar,
del despertar al cansancio,
del cansancio al esfuerzo,
del esfuerzo al estrés,
del estrés a la desgana,
de la desgana a la dejadez,
de la dejadez al descanso
y del descanso a la expectación.


domingo, 17 de mayo de 2015

Jasminum

¿Hueles eso? Parece jazmín,
pero no el jazmín que acostumbramos,
este es distinto.
Tan distinto que su olor trae la calma,
el aroma de la paz absoluta,
donde invade la felicidad sólo con notar su presencia.

Jazmín.
Qué nombre tan bonito para una flor, ¿verdad?
Si fueras capaz de visualizarla como yo lo hago
entenderías por qué hago esta afirmación.
Tan sencilla y hermosa al mismo tiempo...
Tan única y confortable que pierdo la cabeza
sólo de pensar en su susurro,
un susurro que se lleva el viento...
Lo que daría por ser como el viento.

Jazmín.
La viva representación de la alegría,
de la esperanza,
de la delicadeza y la dulzura.
Y es que puede que no sea así en apariencia,
pero si la vieras como yo la veo...
Caerías al abismo infinito,
te perderías en sus pétalos,
desearías conocer cada parte de su estambre,
disfrutar de su fragancia
y, en definitiva, saborear cada susurro
antes de que la brisa te la arrebatase.

Jazmín.
Bendita madre naturaleza
que nos deleita con hijas como ella.
¿Aunque sabes qué es lo más gracioso de todo esto?
Que nunca me fijé demasiado en las flores,
jamás les había prestado tanta atención.
Y mírame ahora,
ya no puedo dejar de pensar en ella.

Bendito jazmín.
Lo que daría por cambiar mi rutina
para dedicarle más tiempo a este gozo.
Ojalá tuviera ese privilegio...
Mientras tanto, me conformaré con pasear por este parque
antes de que acabe la primavera,
aunque sea una vez al mes,
sólo para seguir imaginando una vida repleta de jazmines.


martes, 28 de abril de 2015

Carta sin destino: un barco a la deriva

A ti, que lees esta carta:

Por fin dejó de nevar. A día de hoy, apenas quedan restos de nieve en las copas de los árboles o junto a sus enormes raíces. Leo podrá dejar de preocuparse por encontrar algo de comer.

Sin embargo, el sendero aún se mantiene incierto. No sé hasta qué punto merece la pena seguir hasta el final, pues la sensación de pérdida, de desorientación, se ha visto incrementado a lo largo de todo este tiempo. Puede que todo este plan sólo haya acarreado mayores problemas que deseos cumplidos; puede que ese espíritu esperanzador que me guiaba se haya escapado; puede que la paciencia haya dejado de ser una virtud... La verdad es que no lo sé.

Lo que está claro es que me metí en este berenjenal con un propósito y, lo consiga o no, he de salir de él del mismo modo que entré. Espero que Leo me dé la motivación suficiente para seguir adelante y no perder el rumbo, porque a este paso me convertiré en la versión moderna de Tarzán, pero en un bosque y menos sexy (eso si realmente consiguiera sobrevivir).

Nunca he prestado mucha atención al tema de "casualidad vs causalidad", pero a día de hoy llego a preguntarme si el destino me tenía preparado esto y, de ser así, con qué me sorprenderá el día de mañana. Al menos sería suficiente si encontrase a la persona que perdió el dichoso amuleto, sólo por saber si se encuentra bien y poder devolvérselo. Tiempo al tiempo, supongo.

Rezo porque las cosas te vayan bien, querido lector.

Un cálido abrazo.

Arthur Eddyknar.

viernes, 24 de abril de 2015

El cigarrillo de las diez

El cigarrillo de las diez,
los charcos de un callejón húmedo,
la niebla de alguna ciudad perdida en la penumbra,
el silencio absoluto y su roce con mis pasos.
La gabardina cálida y protectora,
el sombrero característico,
la mirada fija en el suelo
y un camino que conduce a Ninguna Parte.

Ni siquiera se oyen a los gatos persiguiendo a los roedores,
tan sólo a jóvenes desdichados apasionados en cuerpo y alma,
disfrutando cada instante,
deleitándose con el aroma de aquella persona que algún día ignorarán.
Sí, habéis oído bien, "ignorarán",
pues está escrito que por causas del destino se separarán en cuerpo,
pero no en alma.
Una bifurcación que determinará un recorrido distinto,
pero un mismo paisaje compartido,
un mismo abrigo casi tan confortable como un recuerdo
y casi tan frío como la misma nostalgia.

De nuevo, el sonido de mis pasos en solitario.
En la zona costera siempre se respira mejor,
o en mi caso en el puerto de la ciudad.
El susurro de las olas calmando mi sed de melancolía,
para variar,
inundándome con su peculiar forma de mecer mi cuna,
que es mi corazón roto,
mi alma quebrantada.
Puede que a más de uno le sorprenda este hecho,
pero qué le hago yo si la gabardina me salió buena.

Cigarrillo consumido,
parece que ya es hora de volver al nido.
De ilusiones se vive y de ilusiones se muere,
así que moriré lo necesario en mis pesadillas
para vivir cuanto pueda en mis sueños.

Que el señor se apiade de mi alma.

sábado, 7 de marzo de 2015

El Rey Calabaza

Estático, frío y solitario espantapájaros,
figura que ahuyenta a los cuervos,
ansioso por recibir calor, me enervo
al descubrir la gravedad de tu sacrificio sin reparo.

¿Quién te dijo que nadie te abandonaría?
¿Quién se las apañó para someterte a este tormento?
¡Alabado sea aquel que almacena tu memento
sin pena ni gloria, sin ton ni son,
y hace de tu imagen una romería!

El viento sopla a tu favor,
hoy los cuervos vienen a salvarte
del pantano del que eres estandarte
desde que tienes uso de razón.

Ya están aquí, posados sobre tus brazos,
las aves alzan el vuelo contigo,
criaturas que se han convertido en buenos amigos
y te ayudan a dar un último suspiro
para que descanses al fin en su regazo.

sábado, 24 de enero de 2015

Carta sin destino: Ausencia de fe

A ti, que lees esta carta:

Cada día que pasa se acentúa más la sensación de pérdida de orientación. El camino que comencé a seguir hace unas semanas no parece conducir a ninguna parte (como cualquier camino de este bosque nevado) y el sendero comienza a mostrarse de difícil seguimiento. Creo que si continúo no sabré ni siquiera por dónde he venido.

¿Y qué puedo hacer? No tengo rumbo fijo: cualquier camino me es válido, pues desconozco si realmente existe una salida de este paisaje laberíntico. Aún así, siempre me ha resultado más acogedor el saber si un camino me acerca más a una salida o no. Puede que me hubiera entusiasmado demasiado con este recorrido de apariencia única.

Pero si mantengo esta batalla campal en mi cabeza no es sólo por todo esto, sino también por el amuleto que encontré la última vez que escribí. Ese abalorio debe pertenecer a alguien y, por la forma en la que se me presentó, estoy seguro de que su dueño o dueña lo extravió mientras huía de algo. La cuestión es... ¿cuándo? ¿Habrá alguien más aparte de nosotros que esté compartiendo terreno? (Recordemos que Leo sigue conmigo). Y hablando de Leo, a día de hoy se encuentra en forma, pero la nieve dificulta mucho la búsqueda y el encuentro de comida para él. Espero que el invierno se canse de nosotros y se largue lejos para solucionar ese problemilla que, a la larga, traerá bastantes problemas.

En fin, supongo que mañana seguiré mi instinto como llevo haciendo todo este tiempo, desde que partí en busca de mi propio reencuentro hasta ahora. Ya que estoy aquí, lo suyo sería seguir hacia delante hasta que encuentre algún tipo de anomalía o impedimento en este sendero. Espero que este amuleto (que tiene forma de colgante, por cierto) me traiga algo de suerte, no sólo por mí, sino también por Leo y por la persona que lo perdió.

Espero que todo te vaya mejor que a mí, querido lector. Pronto volveré a dar señales de vida.

Un cálido abrazo.

Arthur Eddyknar.

sábado, 10 de enero de 2015

Carta sin destino: El amuleto

A ti, que lees esta carta:

El cansancio vuelve a hacer estragos y precipita mi ánimo con brusquedad, pero eso no conseguirá detener mi viaje a ninguna parte: Leo se encuentra mucho mejor, parece que su herida evoluciona positivamente y, desde que logró ponerse en pie por sí solo, no se ha separado de mí. Puede que me vea como su madre (o su padre, mejor dicho). En cualquier caso, resulta encantador poder contar con él en noches como ésta para descansar y escribir un rato.

Llevo varios días con la creencia de que el sendero sombrío y cerrado en el que me hallo es una salida de este bosque sin fronteras, pero realmente no hay nada que confirme dicha posibilidad. Además, no sé qué puede deparar dicho camino y es posible que encuentre un disgusto tras esta ilusión terrenal, así que he optado por dejarme llevar por mi instinto y tomar como parte de éste el instinto natural de Leo (que también colabora, aunque no lo creas).

A día de hoy, siento un gran impulso por seguir este sendero. Es como si el cuerpo me pidiera descaradamente recorrerlo, aunque no tenga una salida, sólo por saber qué se esconde tras esa parte de la flora en la que me hallo. A pesar del lúgubre estado de esta zona del bosque, no creo que por ello deba ser una mala alternativa.

Para mi sorpresa, hoy mismo me he topado con lo que parece ser un viejo y desgastado amuleto, una insignia sencilla que colgaba peligrosamente de la rama de un árbol, así que decidí tomarlo y llevarlo conmigo. Ese amuleto debe ser de alguien, posiblemente una persona que huía de algún animal... o de su propio miedo. En cualquier caso, debo devolvérselo. No debe de andar muy lejos de aquí.

Espero poder sobrevivir durante estos duros días de inverno y espero también que te encuentres bien, querido lector.

Un cálido abrazo,

Arthur Eddyknar.