martes, 26 de agosto de 2014

Ask Challenge: "Schrödinger", "milenarismo" & "esternocleidomastoideo"

A veces, en la red social Ask, se propone el desarrollo de historias donde aparezcan una serie de palabras concretas. En este caso, surge la propuesta descrita en el título de esta entrada. Vamos con ello.

- Oye Schrö, ¿sabes en qué consiste el "milenarismo"?

Schrödinger dudó por un instante. No había estudiado mucho la asignatura de religión el fin de semana, ya que estuvo trabajando en hipótesis que realizó meses atrás. Tras unos segundos, respondió:

- No lo sé, profesora.
- Bueno, no pasa nada Schrö, pero procura centrarte. En fin, ¿alguien lo sabe y quiere responder?
- ¡YO PROFESORA, YO!

- Estúpida Mónica, -pensó Schrödinger- siempre tan arrogante, queriendo demostrarle al mundo lo "lista" y perfecta que es. Lo mejor de todo es que, realmente, deja muuuucho que desear. La mayoría de las veces no tiene otra cosa mejor que hacer que molestar al personal, incluyéndome a mí.

Sonó el timbre del centro educativo, indicando que ya era hora de acabar las clases y volver a casa. Schrödinger recogió sus cosas y se dispuso a salir cuando Mónica se le acercó interrumpiéndole el paso.

- Vaya, Schrö, mira que no saber algo tan sencillo...
- Tenía asuntos mejores que atender.
- ¿Más que los estudios que te otorgarán un título que decidirá tu futuro? - Preguntó con desprecio.
- Ni que sirviera para algo esta asignatura.

Mónica se mantuvo expectante. Luego, respondió:

- Bah, seguro que ni siquiera sabes pronunciar una palabra complicada - Mónica realizó un gesto arrogante mientras se soltaba el pelo.
- ¿Qué palabra consideras complicada? - Preguntó Schrödinger algo alterado.
- Pues por ejemplo podría decirte "esternocleidomastoideo". ¡Uy! ¡Pero si ya lo he dicho! - Comentó antes de soltar una carcajada.

El odio de Schrödinger aumentaba cada vez más. No podía soportar el seguir tratando con esa malcriada, así que se le ocurrió un plan donde formular una teoría para un trabajo de clase con el que vengarse de ella.

- Oye Mónica, no estoy muy puesto en matemáticas, ¿quieres venir a mi casa y ayudarme? Seguro que se te dan genial.

Con nerviosismo y dejándose llevar por el narcisismo, Mónica aceptó sólo por no querer estropear su imagen de chica perfecta, pues realmente no dominaba del todo el temario que se impartía en clase.

- Está bien, si insistes...

Caminaron juntos hasta llegar al jardín de Schrödinger, donde éste decidió golpearle en la cabeza a su compañera de clase, dejándola en el suelo inconsciente. Schrö sonrió con malicia.

Al día siguiente, en clase de filosofía, Schrö expuso su trabajo de una forma relajada y confiada. Su proyecto consistía en una caja totalmente cerrada donde, aparentemente, guardó varios trastos para aprovechar su espacio y así poder simular que dentro de la caja hubiera algo, por ejemplo, un gato. Básicamente, explicó que nunca podría saberse si ese "gato" estaba vivo o muerto hasta volver a abrir la caja y, tras una relativamente extensa exposición, el profesor le felicitó y le invitó a volver a su asiento.

El duro trabajo por fin había dado resultado, y lo mejor de todo era que Mónica no estaba ahí para molestar. Bueno... En realidad sí que estaba allí.
Tras haber dejado a un lado su preciada caja y haber tomado asiento, susurró mientras acariciaba la caja:

- Gracias por la ayuda, Mónica.

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