domingo, 3 de enero de 2016

¿Oyes eso?

¿Oyes eso?

Es el mar chocando contra el acantilado,
ansioso por acariciar tu mejilla,
alcanzar el nirvana ante tu mirada
y desprenderse de la prisión oceánica a la que ha sido atado.

¿Oyes eso?

Son las notas de un piano deseosas de ser escuchadas,
de ser el deleite de tus oídos y tu corazón,
de menospreciar el uso de la razón
si con ello sientes el calor
que ofrecen tus manos al tocar una sonata.

¿Oyes eso?

Son los ladridos de un perro,
un cachorro aventurero,
buscando el amor y la compañía
de alguien que diga: "a ti me aferro"
y su unión se componga de alegría.

¿Oyes eso?

Son los pasos de un zombi bajo retazos,
un ser moribundo,
alguien con sed de conocerte
y hambre suficiente para comerte,
pues no hay restaurante en el mundo
que ofrezca la calidez de tus abrazos.

¿Oyes eso?

Son risas e interpretaciones,
personajes dando lo mejor de sí,
dispuestos a luchar y sobrevivir
y ser el foco de tus admiraciones.

¿Oyes eso?

Son las trazas de un bolígrafo
reflejadas en una carta,
la sinceridad hecha tinta,
un corazón que se desboca
por plasmar mediante letras
la ternura de tu sonrisa
en forma de curvas y rectas.

¿Oyes eso?

Son las cabalgatas de los Reyes Magos,
carrozas que generan lluvia de caramelos.
Si los niños supieran cuál es el foco de la dulzura,
se encontrarían al borde de la locura
al no descubrirte ante el amago
de querer deleitarse y hallar algo de consuelo.

Agudiza bien tus oídos,
pues son muchas las maravillas que suenan
como si se tratara del mundo de Oz.
Puede que te cautive el sonido de un latido
o tal vez un conjunto de niñas risueñas.
Mas no obstante, para los demás,
no hay mayor regalo que el verte sonreír
y poder deleitarnos con tu voz.

1 comentario:

Toñi dijo...

me encanta la forma de expresarte, como describes ... con esa calidez, diciendo tanto en cada frase. Tienes un gran corazón y algún día el mundo se rendirá a tus pies, no te rindas .. solo recuerda que la mayoria de las veces hay que andar y seguir andando aunque nos encontremos con ramas, piedras o ríos que nos frenen o nos hagan daño, al final del camino se convertira todo en una gran experiencia, tú experiencia y te darás cuenta que la mayoría de los problemas con los que te has cruzado, con el tiempo, han desaparecido o se han hecho insignificantes.
Recuerda siempre que me tienes a tu lado, que nos tienes a tu lado