domingo, 27 de febrero de 2011

Virus

Hoy prefiero publicar algo diferente, en vista de que no son pocas las personas cercanas a mí las que están pasando por una etapa no muy buena precisamente. Va por ellos:

Maldigo a aquellos seres que tienden a utilizar la lógica en lugar de dejarse llevar por sus instintos, pues por ello muchos son los casos de melancolía, nostalgia y demás estados emocionales que tienden a provocar escalofríos, tristeza y amargura en cierto modo. El ser humano es así de complicado, se busca amarguras donde no las hay, y cuando todo parece ir bien y lo estropea busca el modo de que todo vuelva a ser como antes, como viajar en el tiempo y corregir los errores. Eso sí, por desgracia, el hecho de que lo consiga o no es otro asunto.
Con lo fácil que debe ser vivir como un animal cualquiera, sin preocupaciones, sin miedo a que algo salga mal...
Y es que la vida es así, se vive a base de palos y de ellos se aprende a ser mejor persona, pero la pregunta es, ¿cuántos palos serías capaz de soportar?
Desgraciadamente hay casos en los que realmente las situaciones son catastróficas, pero en otros muchos simplemente por una chorrada tendemos a pensar en la desgracia de nuestras vidas. Exacto, hablo del amor. Ese misterio de la vida que aparece cuando quiere y en unos casos hace bien y en otros hace mal. Algunos dirán: "El amor es lo mejor que te puede pasar en la vida, y quien lo odia es porque aún no lo conoce"; otros pueden decir: "Como dice una canción de Teko y Shinoflow, el verbo amar proviene de amargura". Y bajo mi punto de vista, es un gazpacho formado por ambas visiones.
No son pocos los casos que han llegado a mis oídos de este tipo, y por ello quiero dar un pequeño consejo a todos los susodichos: Los que os vaya bien en el amor, procurad no hacer ninguna locura, pues podéis arriesgaros a perder aquello que ansiais; los casos negativos, no os preocupéis, pues en este tipo de cosas, como dirían alguno que otro que yo me sé, el amor no se busca, simplemente acaba llegando o en su defecto se encuentra; los que no se ven involucrados actualmente os digo: disfrutad ahora que podéis, pues ya tendréis tiempo de dedicar las tardes a alguien más adelante.

Imaginad por un instante un niño que encuentra en su jardín un gorrión y quiere tomarlo para cuidar de él. Tiene dos opciones: o se acerca cautelosamente hacia el ave hasta cogerlo, o se apresura en cogerlo para que no escape. Ese niño optó por lo primero, pero al final se avalanzó sobre la criatura, provocando que saliera volando. ¿Y por qué? por miedo a perderlo, por miedo a que echase a volar antes de que pudiera tenerlo en su regazo, sin darse cuenta que al echar a correr sólo empeoró la situación.

Exacto, yo fui aquel niño que perdió lo que quería por imprudente e inseguro (si es que estoy hecho un inútil jaja).

¿Conclusión?: "Encuentra tu media naranja, pero no la exprimas".

Y si la vida os da palos, cogedlos, porque... ¡Coño! ¡Palos gratis!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha encantado tio, una reflexión bien narrada y con fundamento. Con un pedazo de ejemplo casi al final del mismo que te lo deja mucho mas claro, te hace tener una idea mas gráfica del problema.
La verdad es que se te dan igual o mejor los textos "en serio" que los que escribias antes, que sinceramente, me descojonaba con ellos, pero estos me llegan mas.
Mola un huevo, sigue asi,quiero mas como este.
Ahora vendria el meme de "Me gusta". XD XD
Firmado: Alesito.