sábado, 7 de enero de 2012

Felices Vacaciones

- ... Entonces, tras el trágico suceso de la cueva de las maravillas, Aladdín sólo podía esperar encerrado en las fauces de aquel lugar. Miró con curiosidad la lámpara que aquel viejo chiflado, que resultó ser Yafar, el visir real del palacio de Agrabah disfrazado. Debido al revuelo, la lámpara se había ensuciado, así que decidió limpiarla un poco. Y de repente, un genio salió de aquella lámpara, y Aladdín se asustó tanto que tuvo que esconderse tras una roca, aunque no parecía que fuera a hacerle daño. Parecía contento, alegre, eufórico por salir de aquella diminuta prisión. El genio le dijo a Aladdín que podía concederle tres deseos, y sólo tres, ya que él lo había llamado con aquel intento de limpiar la lámpara y, por ello, sería su amo hasta concederle los tres deseos. Aladdín no se lo pensó dos veces, así que...
- Señorita - interrumpió uno de los pequeños.
- Dime querido.
- ¿Qué pedirías tú si fueras Aladdín? - preguntó con curiosidad.
- No lo sé hijo, ¿por qué lo preguntas?
- Porque sabes muchas cosas, eres como una maga sabia, y hoy, ayer y el otro parecías triste, tú siempre sueles estar sonriendo.

Hubo un momento de silencio.

- No te preocupes cielo, no es nada importante - respondió sonriendo.
- Si estabas triste tiene que ser importante, ¿no?

Entonces la expresión de la dama se vino abajo, su mirada se perdió en el infinito, y la hermosa sonrisa que alegraba a sus oyentes incluso en los peores momentos se ocultó por completo. Se mantuvo pensativa un rato, aunque ella tenía bien claro qué le pediría en el caso de que tuviera un genio de la lámpara a su disposición.

- Yo... le pediría...

Todos los presentes la observaban con detenimiento.

- ... paciencia.
- ¿Paciencia? Pero si ya eres súper paciente - respondió otro de los chiquillos.
- No del todo...
- ¿Por qué no seño?
- Yo...

*RING*

Comenzó a sonar el timbre, el timbre que indicaba el final de cada sesión.

- ¡Muy bien, se acabó la clase, que paséis un buen verano niños, felices vacaciones, nos vemos el curso que viene! - Respondió repentinamente con una sonrisa, tal vez para evitar preocupaciones, y antes de que los niños pudieran seguir insistiendo con sus preguntas, ella recogió sus cosas y se marchó. No tenía intención de seguir recordando lo que tanto la atormentaba estos días mientras tuviera distracciones con las que entretenerse. Podría decirse que su situación era un tanto extraña, pues las cosas no iban mal, aunque debido a su inseguridad y a la circunstancia en sí, se sentía mal, no porque se encontrase mal, sino porque podría encontrarse mucho mejor. Nadie consiguió saber qué rondaba por la mente de la muchacha, y ella no volvería a ser la de antes hasta que aquella tempestad llegara a su fin y se disipara ese humo denso que nublaba su vista.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...wow *O*