martes, 24 de enero de 2012

Frases de cine

Pues eso, en esta ocasión me deleitaré con una recopilación de frases de diversas películas que, o bien me han gustado, o bien me siento identificado. Al fin y al cabo, este blog es mi pequeño diario escrito a base de metáforas y diferentes historias. Espero que os gusten. ¡Un saludo!

"- Tenemos que dejarlo. No me llenas ni intelectual, ni sentimental ni físicamente.
- Bueno, pero ¿y en el resto?"
(Woody Allen en "Bananas")

"Todo hombre que se precie crea su propia suerte"
Titanic

"- Donde estabas esta mañana?
- No recuerdo, hace demasiado tiempo.
- Que harás esta noche?
- Nunca hago planes con tanta antelación"
Casablanca

"Bueno, me voy a mi casa a tener un ataque al corazón."
Pulp Fiction

"- ¿Nervioso?
- Si, un poco.
- ¿Es la primera vez?
- No, ya habia estado nervioso antes."
Aterriza como puedas

"Toda una vida puede cambiar en un segundo, y jamás se presiente cuando llega."
Antes y Despues

"Lo malo de llorar cuando uno pica la cebolla no es el simple hecho de llorar, sino que a veces uno empieza y ya no puede parar."
Como Agua para Chocolate

"Nunca llueve eternamente"
El Cuervo

"No he hablado desde que tenía seis años. Nadie sabe por qué, ni siquiera yo. Mi padre dice que es un talento misterioso que poseo y que el día que se me meta en la cabeza dejar de respirar, será mi último día"
El Piano

"No sé cómo se atreve a salir a bailar sin faja. Mírala, parecen dos cerdos luchando debajo de una manta."
Magnolias de Acero

"Tony, en esta vida solo valen tu palabra y tus cojones, ¿tú los tienes?"
El Precio del Poder

"El dolor de ahora es parte de la felicidad de entonces. Ese es el trato."
Tierras de Penumbra

"Alguien dijo una vez: si deseas algo con mucha fuerza, déjalo en libertad. Si vuelve a ti, será tuyo para siempre. Si no regresa, no te pertenecía desde el principio"
Una Proposición Indecente

"Si te abrazo más fuerte nos vamos a dar la espalda."
Un Día en las Carreras

"La verdad no siempre es facil."
Antes y Despues

"Eres lo mejor que me ha pasado"
Mejor Imposible

"El único pecado sería negar lo que tu corazón siente"
La Máscara del Zorro

"La vida es como una película, escribe tu propio final"
Los Teleñecos

"No sé porqué salvó mi vida... Quizas en esos últimos momentos, amó la vida más que nunca.
No solo su vida... la vida de todos... mi vida...
Todo lo que se preguntaba eran las mismas respuestas que buscamos el resto de nosotros.
¿De donde vengo? ¿A donde voy? ¿Cuanto tiempo tengo?
Todo lo que pude hacer fue sentarme y ver como moría."
Blade Runner

"A veces cuando ganas, pierdes"
Más Allá de los Sueños

"Si soy malo es porque sufro"
Frankenstein

"- Creían que más allá quedarían desconectados de todo
- ¿Eso es lo que la gente vería si pudiese, que están conectados?
- Y lo maravillosos que son en realidad. Que no es necesario esconderse, ni mentir..., y que es posible hablar con cualquiera sin mentiras, y sin sarcasmos, sin hipocresías, sin exageraciones..., ni ninguno de esos métodos para camuflar la verdad.
- No conozco a nadie que se comporte de esa manera."
Powder

"Juzga a las personas con cuidado, sobre todo a los amigos. No conoces toda una vida solo por un momento. No hay respuestas fáciles. Nunca es un simple "si" o "no". La vida de un hombre no es solo fachada, es más, es todo lo que hay por debajo, lo que no puedes ver"
City Hall

"Preferiría morir mañana que vivir cien años sin haberte conocido"
Pocahontas

"Tú me diste estas emociones, pero no me dijiste como usarlas"
Frankenstein

"El amor es un privilegio, no una obligación"
Solo los Tontos se Enamoran

"Este 'nada' ha significado para mi más que muchos 'algo'"
Tienes un E-Mail

"Ser bueno está bien, pero los buenos siempre acaban últimos. Se acabó lo del buen chico"
Payback

"Sin ti no soy nadie, y eso me pudre"
Muertos de Risa

"- Decidme: ¿Tanto la amais?
- Ella es la enfermedad y la cura al mismo tiempo."
Shakespeare Enamorado

"... Después de lo que te ocurrió, creía que estaríamos más unidos, y que me necesitarías. Bueno, y aunque necesites a otra persona, todos tenemos la necesidad de sentirnos necesitados. Y si tú no me necesitas, podrías engañarme"
El Invitado de Invierno

"Yo acepto lo bueno y lo malo juntos. No puedo amar a la gente a trozos"
El Invitado de Invierno

"Nací cuando ella me besó, morí el día que me abandonó, y viví el tiempo que me amó"
Humphrey Bogart en "Un Lugar Solitario" de Nicolas Ray

"Necesito que Dios se de cuenta de que solo soy un buen hombre que tuvo un mal momento"
Entre las Piernas

"No puedes aguantar la verdad"
Algunos Hombres Buenos

"-Creo que te amo
-¿Cúando estarás seguro?"
Postales desde el Filo

"Ella no pretendía hacer lo que hizo. Es una buena chica, pero está confusa"
Locos en Alabama

"- ¿Me esperabas?
- Toda la vida."
Airbag

"- ¿Y tú que te dejas hacer?
- Yo me dejo hacer casi de todo ..... menos cosquillas."
Malena es un Nombre de Tango

"A mi juicio es mejor quemarse y desaparecer en el infierno"
El kurgan, (Los inmortales)

"El malo siempre gana... porque el bueno es gilipollas"
SpaceBalls

"Un corazón no se juzga por lo mucho que tu amas, sino por lo mucho que te quieran tus semejantes. (El Mago de Oz al Hombre de Hojalata)"
El Mago de Oz

"Si con mi vida o con mi muerte puedo protegerte, lo haré (Aragorn)"
El Señor de los Anillos. La comunidad del Anillo

sábado, 7 de enero de 2012

Felices Vacaciones

- ... Entonces, tras el trágico suceso de la cueva de las maravillas, Aladdín sólo podía esperar encerrado en las fauces de aquel lugar. Miró con curiosidad la lámpara que aquel viejo chiflado, que resultó ser Yafar, el visir real del palacio de Agrabah disfrazado. Debido al revuelo, la lámpara se había ensuciado, así que decidió limpiarla un poco. Y de repente, un genio salió de aquella lámpara, y Aladdín se asustó tanto que tuvo que esconderse tras una roca, aunque no parecía que fuera a hacerle daño. Parecía contento, alegre, eufórico por salir de aquella diminuta prisión. El genio le dijo a Aladdín que podía concederle tres deseos, y sólo tres, ya que él lo había llamado con aquel intento de limpiar la lámpara y, por ello, sería su amo hasta concederle los tres deseos. Aladdín no se lo pensó dos veces, así que...
- Señorita - interrumpió uno de los pequeños.
- Dime querido.
- ¿Qué pedirías tú si fueras Aladdín? - preguntó con curiosidad.
- No lo sé hijo, ¿por qué lo preguntas?
- Porque sabes muchas cosas, eres como una maga sabia, y hoy, ayer y el otro parecías triste, tú siempre sueles estar sonriendo.

Hubo un momento de silencio.

- No te preocupes cielo, no es nada importante - respondió sonriendo.
- Si estabas triste tiene que ser importante, ¿no?

Entonces la expresión de la dama se vino abajo, su mirada se perdió en el infinito, y la hermosa sonrisa que alegraba a sus oyentes incluso en los peores momentos se ocultó por completo. Se mantuvo pensativa un rato, aunque ella tenía bien claro qué le pediría en el caso de que tuviera un genio de la lámpara a su disposición.

- Yo... le pediría...

Todos los presentes la observaban con detenimiento.

- ... paciencia.
- ¿Paciencia? Pero si ya eres súper paciente - respondió otro de los chiquillos.
- No del todo...
- ¿Por qué no seño?
- Yo...

*RING*

Comenzó a sonar el timbre, el timbre que indicaba el final de cada sesión.

- ¡Muy bien, se acabó la clase, que paséis un buen verano niños, felices vacaciones, nos vemos el curso que viene! - Respondió repentinamente con una sonrisa, tal vez para evitar preocupaciones, y antes de que los niños pudieran seguir insistiendo con sus preguntas, ella recogió sus cosas y se marchó. No tenía intención de seguir recordando lo que tanto la atormentaba estos días mientras tuviera distracciones con las que entretenerse. Podría decirse que su situación era un tanto extraña, pues las cosas no iban mal, aunque debido a su inseguridad y a la circunstancia en sí, se sentía mal, no porque se encontrase mal, sino porque podría encontrarse mucho mejor. Nadie consiguió saber qué rondaba por la mente de la muchacha, y ella no volvería a ser la de antes hasta que aquella tempestad llegara a su fin y se disipara ese humo denso que nublaba su vista.

martes, 3 de enero de 2012

Espejos

Arthur proseguía con su vida cotidiana como cualquier día. Para variar, hoy le tocaba limpiar y recoger un poco la casa, así que comenzó a quitar el polvo de las estanterías con ayuda de un trapo y posteriormente a barrer con la escoba. Mientras barría, se percató de algo que se encontraba debajo de su cama, no sabía muy bien el qué, aunque parecía una pelusa, así que extendió el brazo hasta alcanzarlo. Incluso en su mano, no tenía ni idea de qué podía ser. Una vez que consiguió tenerlo entre sus manos, lo observó con detenimiento. No sabía muy bien lo que era, era rojo, pequeño, inofensivo... Tenía un atractivo muy particular, algo que llamaba por completo la atención de Arthur, de modo que decidió colocarlo en su mesa mientras seguía barriendo. Para su sorpresa, esa cosa comenzó a moverse acercándose a nuestro protagonista con interés, Arthur se asustó.
- Hola. -comentó esa cosa rojiza con inseguridad.
- ¿¡Hola!? -dijo Arthur sorprendido.
- No te asustes por favor.
- ¿Qué eres?
- No lo sé, ¿qué soy?
Arthur recapacitó.
- Imagino que no te habrás visto nunca en un espejo y por tanto no sabrás lo que eres. ¿Cómo es que estás aquí?
- Busco un lugar donde poder hospedarme.
- ¿Y por qué en esta casa?
- Lo he intentado en otros lugares, pero siempre me tratan mal... Hasta ahora.
- ¿Hasta ahora? -preguntó Arthur extrañado.
- Sí, has sido el único que me ha tratado con delicadeza y no ha optado por utilizarme como un juguete por el que poder divertirte, y te doy las gracias por ello. -respondió, sonriendo.
Arthur recapacitó -Mmmm... está bien, puedes quedarte. ¿Tienes nombre?
- No... siempre prescindí de uno.

No tenía ni idea de lo que era, pero creyó que sería agradable su compañía, así que decidió quedársela. Tenía muchas cosas en la cabeza, así que no se lo pensó dos veces. La llamaría Pelusa Roja.
Pasó el tiempo, y Arthur y Pelusa Roja cada vez se sentían más unidos. Es extraño tener un amigo (o amiga) así, pero era agradable. Él notaba cómo, por poco que hiciese, Pelusa Roja lo veía como una gran persona. Daba la sensación de que ella realmente no hubiera tenido muy buena suerte con otras personas que la tiraban directamente o jugaban con ella hasta que se aburrían y se deshacían de ella. Arthur vio en ella algo especial.
Se querían.
Fueron muchas las tardes que estuvieron juntos, incluso en vacaciones Arthur decidió llevársela consigo aunque sólo fueran unos días los que se ausentase. Todo iba de maravilla.
Pero notó con el paso del tiempo que ya no era lo mismo. Algo había sucedido entre ellos, pues ella se mostraba desganada, ausente. Se había perdido esa magia que disfrutaban en su día como críos. Arthur se temió lo peor, pensaba que ella se habría cansado de él, de su única compañía, del que le dio cobijo, de su amigo...
Arthur estaba enamorado de ella, pero no le importaba, le encantaba su forma de ser, de ver las cosas, su forma de tratar a nuestro protagonista. Y notaba que la estaba perdiendo.
Pasó noches en vela, con miedo de que un día Pelusa Roja abandonase su hogar y, por tanto, a Arthur. No le extrañaba, aún así, de que hubiera llegado ese momento, pues todos necesitamos nuestro espacio vital, aire para respirar, algo de libertad fuera de la monotonía. Y llevaban sin separarse mucho tiempo.
Había aprendido la lección, estaba completamente seguro de que, eso que le sucedió sin darse cuenta siquiera, no volvería a ocurrir, o al menos lo intentaría en la medida de lo posible.
Una noche, hablaron sobre el asunto, y efectivamente, ella no echaba en falta a su acompañante, pero lo quería igualmente, le aseguró que no quería deshacerse de él. Era extraño. Así que decidieron darse unos días a solas, cada uno haciendo lo que quisiera sin necesidad de permanecer junto al otro. Arthur estaría dispuesto a hacer cualquier cosa por solucionarlo, aunque debido a su inseguridad no sería la primera vez que permanece despierto gran parte de la noche o entristecido.
Hasta que llegó el día. Por fin se juntarían de nuevo, comprobarían si realmente ella se cansó de él o si podrían permanecer juntos un tiempo más.
Transcurrió un día normal, agradable dentro de lo que cabe, hasta que Arthur decidió romper el hielo con temor.
- Oye... ¿crees que esto ha mejorado? ¿has notado un cambio estos días?
- La verdad es que no...
Arthur se sintió petrificado, como si fuera una estatua resquebrajada, lo que tanto temía estaba sucediendo. Pelusa Roja continuó.
- ... la verdad es que creo que debería buscar otro alojamiento. Lo siento mucho, yo te quiero, pero creo que esto no nos está haciendo ningún bien.
Arthur no podía creer lo que estaba sucediendo. Quiso darse un tortazo en la cara para despertar de esa horrible pesadilla. No lo dudó dos veces.
¡CLAP!
Bingo, era una pesadilla.
Se sintió más aliviado que nunca. Todavía no había terminado el plazo para comprobar qué sucedería. Y sintió pánico al saber que cualquier cosa era posible.
Pero él la observó.
Sonrió.
Confiaba en ella.
Sabía que hiciera lo que hiciese sería lo mejor para ambos, aunque él deseaba no perderla jamás.
Ahora, tan sólo queda esperar y comprobar qué sucederá.