martes, 28 de febrero de 2012

Abre paréntesis - ele - cierra paréntesis

Es sorprendente la forma de actuar que tiene el destino. Parece mentira que le guste tanto jugar con la vida de las personas, a veces para bien, a veces para mal. Estas malas situaciones pueden prolongarse durante mucho tiempo, o ser totalmente efímeras. Afortunadamente, mi vida salió de ese foso maloliente que tanto daño estaba causando, no sólo a mí, sino también al entorno.

¿Quién iba a decir que hoy fuera a cumplir 8 meses con ella?

Sí, ya sé que 8 meses es una miseria comparado con otras parejas veteranas, pero para mí esto es nuevo, nunca ninguna de las personas con las que he estado saliendo han mostrado tanto aprecio, cariño y respeto hacia mi persona, y el saber que tiene intención de seguir a mi lado me reconforta.

¿Quién iba a decir que esa angustiosa película tendría un final feliz?

¿Quién iba a decir que una persona pudiera resultar tan adictiva?

¿Quién iba a decir que yo pudiera estar dispuesto a darlo todo por ella?

¿Quién iba a decir que nos bastaría con un simple paseo o con un acurrucón en cualquier sitio para ser felices?

¿Quién iba a decir que ella sería la chica con la que siempre soñé?

Y sobre todo...

¿Quién iba a decir que, al pedir un deseo, esperase la llegada de una maravilla, y recibiera a un ángel en todo su esplendor? =)

http://www.youtube.com/watch?v=siZ38yg8Hq8

Te quiero mi niña ^^

Pd: Gracias a mis amigos y a mi hermana por estar siempre ahí :3

lunes, 20 de febrero de 2012

Sueño experimental

Dicen que cuando una persona ama a alguien, podría soportar cualquier tormento o hacer cualquier cosa por ella.
Durante bastante tiempo he vagado por senderos oscuros donde era fácil perderse, de hecho me perdí en multitud de ocasiones, tanto es así que hubo momentos en los que temía que nunca saldría de aquel laberinto... Pero me dije a mí mismo "si he conseguido llegar hasta aquí, con esfuerzo podré salir". Así que proseguí en mi viaje sin rumbo fijo, perdido, con el objetivo de salir de aquella penumbra cuanto antes. He de reconocer que durante gran parte del trayecto pasé miedo, mucho miedo, hasta que pareció llegar el final.
Cuando me di cuenta, me encontraba rodeado de unos seres extraños, con pintas de no ser muy amigables, unas criaturas horripilantes, las cuales no tengo ni idea de qué buscaban, pero una cosa estaba clara: Mi viaje acababa ahí.
Entonces se abalanzaron sobre mí. Aproveché la oportunidad de escapar cuando uno de los integrantes se tropezó con una gran raíz de un árbol, mientras los demás me perseguían.
Sabía que estaba perdido. Yo estaba solo, y ellos eran muchos, estaba en su terreno, en cualquier momento podría no soportar el seguir corriendo y entonces me alcanzarían.
Pero cuando obtuve el valor para mirar atrás me sorprendí.
Ya no me seguían.
De hecho, cerca de aquel lugar conseguí divisar un haz de luz que me daba a entender que por fin sería libre, que por fin podría volver a casa. Me aproximé a la salida, cuando noté la presencia de alguien, así que me giré y vi cómo esos seres que me seguían estaban allí, perplejos, mirando con curiosidad.
Me habían ayudado a salir de allí.
Opté por sonreír, saludar y proseguir mi camino, mi camino a donde me corresponde, aquel lugar donde volvería a ser feliz, sin riesgos, sin temor y sobre todo acompañado, puesto que cuando parecía que todo estaba perdido, mi ángel de la guarda me salvó.
Por fin, todo ha vuelto a la normalidad.

viernes, 3 de febrero de 2012

2º examen de conciencia

Supongamos que una persona se introduce en lo más profundo de una cueva alejándose del ruido ajeno y de otras distracciones, debido a la maldición que un hechicero le otorgó como castigo tras descubrir cómo éste le robaba manzanas de su jardín.
En realidad no buscaba manzanas, tan sólo quería apreciar los pájaros que habitaban en aquel frondoso árbol, pues le apasionaban, tanto es así que siempre solía ir provisto de alpiste y demás alimentos para las aves.
La cueva se muestra iluminada debido a diversos orificios en el techo, ya que se encontraba en una zona saliente de una montaña. Esos agujeros hacen que, de vez en cuando, el inquilino se evada del mundo, preocupándose por los pájaros que antes veía tan a menudo surcar los cielos y ahora apenas podía saber siquiera si rondaban por allí cerca. De vez en cuando puede apreciarse cómo éstos pían, aunque otras muchas veces la cueva se mantiene silenciosa casi en su totalidad.
Todavía le quedan varios días para poder abandonar la cueva, y lo único que sabe es que, con suerte, los pájaros pueden estar por allí... o no. Tal vez para cuando regresara, aquellos pájaros podrían haberse marchado, bien a otro lugar, bien con otra persona con la que poder alimentarse y sentirse cuidadas, tal y como nuestro inquilino procuró hacer desde el principio.
¿Qué debería hacer nuestro protagonista para matar el tiempo mientras transcurre el tiempo de castigo?

Respuesta:

Dependiendo de la personalidad de nuestro inquilino, podrían darse diferentes situaciones.
Si fuera una persona insegura, posiblemente pasaría el resto de los días que le quedan allí dentro amargado, triste, nostálgico, tendría miedo de perder a aquellos pájaros a los que tanto tiempo le había dedicado. Se sentiría feliz si esos pájaros cantasen cerca de su nuevo alojamiento, pues significaría que siguen ahí, o incluso hubieran podido ir a buscarlo, ya eso depende de lo ilusionado que se mostrase ante un acontecimiento así. En caso contrario, si no dieran señales de vida, o la dieran muy levemente, probablemente acabaría deprimido.
Por otra parte, si fuera más "pasota" no tendría mucho por lo que preocuparse, ya que perfectamente puede centrarse en sus quehaceres en la cueva sin preocuparse por los pájaros, con la confianza de que seguirán allí, de que no le habrán abandonado por nada ni por nadie y que aquellas aves se mostrarían con la misma actitud con la que se manifestaban en su día.
...
Si yo fuera aquel inquilino, me gustaría ser el "pasota". Sin duda, parece lo más sano, al menos más que estar preocupado por todo y por cualquier cosa.
De ser así, estos días intentaría imitarlo lo mejor posible.
Me encantaría ser aquel inquilino.

Considerad esto como una especie de... resumen a grandes rasgos de lo sucedido desde mis últimos escritos hasta hoy en lo que a mi experiencia personal respecta.
Un saludo chavales.