lunes, 30 de septiembre de 2013

Sugar

Míralas ahí arriba, acercándose despreocupadas a algún lugar llamado "ninguna parte", dejándose llevar por el viento mientras los terrestres nos preocupamos por la amenaza que puedan suponer. Qué ironía. ¿Por qué iba a suceder nada?

Aunque a simple vista puedan parecer peligrosas, realmente son inofensivas, no hacen nada, simplemente se dedican a ir de un lado a otro, al igual que nosotros. En ocasiones se muestran alegres y se ven mejor que otros días, al igual que nosotros. En ocasiones enfurecen y desatan su ira de alguna forma, al igual que nosotros. En ocasiones rompen en llanto por la presión acumulada, al igual que nosotros...

Estimo que la causa de su aparición haya sido por frustración, deseo, tal vez se vieran presionadas también. Hace unos días llegaron y rompieron en llanto, un llanto desconsolado, desollador, de estos que te contagian el dolor, la agonía y la impotencia que debían sentir. Desde entonces se mantienen como pueden, a veces estables, a veces con la lágrima fácil. Supongo que es normal, ¿quién no ha pasado por situaciones así?

Ahora se muestran neutrales. Dan la sensación de que puedan llorar de nuevo, pero se mantienen como pueden apoyándose unas a otras. La verdad... creo que han llegado a una fase de nostalgia pura, una fase donde se acumulan y tropiezan entre sí los recuerdos echando de menos muchas cosas, tal vez demasiadas. Puede que también sea apatía, simple y llanamente. La verdad es que no lo sé.

Ojo, sólo es una opinión personal, tal vez no sea eso, pero... la verdad es que la situación induce a pensar que sea eso. Al fin y al cabo... no son tan inanimadas como pueden parecer, ¿no creéis?


1 comentario:

Lunático dijo...

Sé que es un farol. No eres un tipo tan duro como para matar un patito ¬¬

Pero el texto es genial. No de verdad, tan simplemente simple que solo puede haber salido de la cabeza de un genio. Sigue así kikote.